Una fotografía son muchos aspectos pero sin duda a veces es 1 de 100 la que gusta o la que logra el resultado.
Era impresionante la cantidad de destellos que se lograban ver en la ventana. El primero pensé “Parece que va a llover”, al segundo “Nos están tomando una foto” a manera de chiste, ya el tercero me hizo asomar y me percate que eran sobre la montaña uno tras otro y los que destacaban solo eran los más esplendorosos.
Tome el celular (Samsung Galaxy ACE II) y subí al techo de mi casa con la meta de lograr fotografiar alguno de ellos. Al principio fueron solo fotos totalmente oscuras, nunca coincidía con los relámpagos, me llevaban un paso adelante.
Con algo de esperanza paso un rato largo donde todos sucedían detrás de las nubes.
Ya estaba considerando que le estaba pidiendo demasiado a la cámara del celular pero aquí otro que me motivo a continuar:
En otra espera un relámpago ilumino impresionantemente, fue como encender y apagar la luz, destelló por un segundo como si fuese de día.
Pero llegó la foto, con la que dije “Con esta me voy tranquilo”. Tras más de una hora, desde el techo donde corría el viento frío constantemente, con la incertidumbre que podía llover, creo que llegué a sincronizarme con los relámpagos y así lograrlo:
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